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El origen de Pinoso es incierto, ya que los asentamientos pasaban a ser poblados íberos, romanos, musulmanes, etc. Las huellas de su historia pueden rastrearse en los yacimientos, mientras que la reciente todavía asoma en muchos rincones.

casas de costa

Los orígenes

Los restos más antiguos datan del Paleolítico Superior, y en la Edad del Bronce aparecerían algunos poblamientos estables, de los cuales se han hallado restos en varios parajes del término municipal.

Durante la dominación romana los invasores mostraron su predilección por esta tierra, en la que la agricultura proporcionaba abundancia de alimentos, como vinos y aceites, destacando la localización de cuatro villas.

Por el contrario, son escasos los restos de la época musulmana, cuando Pinoso era un grupo de caseríos dispersos.

A raíz del tratado de Almizra (1244), la zona pasó a formar parte de la Corona de Castilla (integrada en el Señorío de Villena), hasta que en el año 1296, Jaime II anexionó la comarca a la Corona de Aragón.

Cronistas de la época relatan que este lugar de frontera era muy visitado por la nobleza castellana y aragonesa, pues en aquel entonces era una zona idónea para la caza, con un alto valor cinegético, al estar ampliamente despoblada hasta los esfuerzos de colonización agrícola y humana iniciados en el siglo XVIII. En aquella época recibía el nombre de “Casas de Costa”, apareciendo en numerosos mapas de la época.

En 1773 comenzó a conocerse con el nombre de Pinoso, en un momento en el que incrementó notablemente su población. Precisamente por la falta de capacidad, en 1739 se edificó la iglesia en el lugar donde existía una vieja ermita, siendo dedicada a San Pedro Apóstol.

Hasta su segregación, ya en el siglo XIX, Pinoso formaba parte de los dominios del Ducado de Híjar, y al amparo de la villa de Monóvar, de la que dependía administrativamente como pedanía.

siglo xix

La emancipación de Pinoso

La distancia de Pinoso con respecto de Monóvar originaba no pocos problemas entre ambas poblaciones, sobre todo a la hora de realizar gestiones de importancia. Tal es así que comenzó a gestarse entre la población la necesidad de disponer de ayuntamiento y término municipal propios.

Así, en el año 1812, acogiéndose a la recién proclamada Constitución de Cádiz (que decretaba abolición de los señoríos y permitía la creación de nuevos municipios), Pinoso inicia su proceso de segregación, que quedaría derogado al regreso al trono de Fernando VII y la abolición del texto constitucional. No obstante, el 24 de noviembre de 1812 se crea el primer equipo de gobierno municipal.

Ya no sería hasta 1820 (con el Trienio Liberal, en el que la constitución volvería a estar vigente) cuando se retomarían los trámites para lograr la emancipación, ya que el descontento de los pinoseros con Monóvar iba en aumento.

Finalmente, a principios del año 1826, el Rey accedía a conceder la ansiada independencia, dotando a Pinoso del privilegio de Villazgo, con un amplio término municipal que incluía entonces los caseríos de Algueña y La Solana. Por fin los pinoseros alcanzaban su emancipación, aunque pagando un alto precio (las arcas reales estaban entonces muy necesitadas, puesto que las colonias habían comenzado a independizarse).

Esa segregación sería completa a mediados de siglo, cuando la Parroquia de Pinoso dejó de depender de la de Monóvar. De esas fechas data la proclamación de la Santísima Virgen del Remedio como patrona de la población (en el año 1851), o la aparición de nuestras primeras cofradías y hermandades (a partir de 1856).

Económicamente, Pinoso era una población próspera y eminentemente agrícola. En el último cuarto del siglo XIX, a consecuencia de la plaga de filoxera en Francia, se expandió el cultivo de la vid, contribuyendo al florecimiento de un tejido comercial ligado al sector del vino, lo cual atrajo a colonos y jornaleros, incrementándose la población hasta rozar los 8000.

Documento de independencia

El siglo XX comienza con la inauguración de la Torre del Reloj (en el año 1900), edificio emblemático para los pinoseros, que solo ha dejado de medir el tiempo cuando ha sido sometido a labores de restauración, albergando el reloj adquirido años antes en Madrid.

Siglo XXI

Nacimiento de La Torre del Reloj

Pocos años después, en 1906, las fiestas de Pinoso adquieren mayor empaque, con la celebración de la primera Feria. Además, la naciente clase burguesa de Pinoso necesita dejarse notar y ocupar su tiempo libre, y en respuesta a esa necesidad se fundan sociedades recreativas, como “La Peña”, que todavía subsiste, aunque no fue la única.También se crea la Sociedad “Unión Lírica Pinosense” en el año 1929, resultado de la unión de las dos bandas de música que existían en la población.

En aquellos años también fue de vital importancia para el desarrollo de la localidad la inauguración del Sindicato Agrícola, con sus diversas secciones.

En el año 1933 se produce la segregación de Algueña, lo que unido a la crisis vitícola de los años 20 y a la emigración hacia poblaciones como Alicante, Elche, Elda o Petrer, la población se viera fuertemente reducida, estancándose su crecimiento hasta el último cuarto de siglo, cuando volvería a recuperarse aprovechando la nueva coyuntura económica ha vivido el municipio gracias a las explotaciones de las canteras de calizas marmóreas del Monte Coto, que tantos ingresos han proporcionado a las arcas municipales, lo cual ha favorecido que Pinoso disponga de servicios propios de poblaciones más grandes.

siglo XXI

El futuro

En la actualidad, aunque muchos pinoseros todavía viven de la agricultura de secano de vid, olivo y almendro, también son muchos los que basan su economía en las industrias zapatera y mobiliaria, y en una frenética actividad minera, basada en la explotación de calizas marmóreas y de sal gema.

Los primeros años del siglo XXI se han caracterizado por la llegada de nuevos vecinos, de otras nacionalidades, que se han establecido en el casco urbano y las pedanías.

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